“La clave del éxito está en mantener bien el negocio y no malgastar el dinero, hay que saber administrarse.”
Pensando siempre en la protección de su familia, surtió el negocio que le proporcionaría sus próximas inversiones e hizo su casa. Don Aurelio Almonte es propietario de Repuestos El Varón, que abrió sus puertas hace 10 años. Tiene un letrero en frente como promoción y mantiene una buena clientela y buen inventario.
Este microempresario tiene una familia estable. Engendró seis hijos, tres hembras y tres varones, dos de los cuales aún viven con él, incluyendo una de 8 años que cursa el tercer nivel básico.
Atiende su negocio y lleva sus apuntes manualmente. Se interesa por tener un control de las cantidades que compra y vende, anotando cada actividad.
Almonte, de 66 años, quien cursó hasta el 8vo grado, es una persona con alto sentido del ahorro y administración, pues ha sabido reinvertir el dinero que con tanto trabajo y esfuerzo se gana.
Don Aurelio es una persona muy astuta, pues aprendió sobre piezas de repuestos trabajando en talleres de mecánica durante 20 años, aunque no ha recibido una capacitación profesional en el área. No obstante, hoy en día tiene varias propiedades en alquiler: 6 casitas y dos locales comerciales, uno de ellos es un taller al lado del repuesto y el otro un puesto de comida. Mucho ingenio y destreza juntos.
Este emprendedor, no se detiene, pues en su empeño por crecer, construyó hace poco tiempo una vivienda en la segunda planta, encima del local y la tiene alquilada. Y dentro de sus planes futuros está el seguir construyendo, pues dice que así puede facilitarles techo a las personas que aún no han podido tener el propio.
“Soy un hombre que he podido llegar con mi esfuerzo y la ayuda de Dios”, agrega don Aurelio, a quien le gusta cooperar con su comunidad y apoya constantemente a la iglesia.
Uno de sus pasatiempos favoritos es sembrar árboles, pues cree en la importancia de cuidar la naturaleza y todo lo que lo rodea.
Don Aurelio cree en que hay que sembrar para el futuro, pues ha trabajado a sangre y sudor para lograr tener seis casas, las cuales están alquiladas, algunas de las cuales hizo tras comprar los solares. “Yo no boto lo mío, hay que ir enganchando, hay que pensar en el mañana”.