La cara de los quesos en la Zona Oriental.
Con 41 años de edad, este emprendedor le ha dedicado 14 años a la venta de quesos en distintos barrios de la Zona Oriental donde se ha convertido en la cara de los quesos, ya que de una manera personalizada realiza la entrega a cada cliente.
Juan decidió crear su microempresa de manera individual luego de aprender el negocio con su familia, por lo que busca la mercancía para surtirse, la refrigera y la distribuye personalmente en su camioneta, que adquirió cuando aumentó la demanda.
Calendarizó las entregas para asegurarle a sus clientes la calidad del producto y puntualidad. Dos veces por semana visita cada uno de los almacenes, colmados, cafeterías, negocios de ventas de chimis, etc. También seleccionó un día de la semana para captar colmados nuevos, con una meta para ese día.
Lleva su contabilidad, transporta él mismo su mercancía y hasta es el asesor y amigo de los clientes, quienes a veces le solicitan consejos por su experiencia empresarial. “Nunca he sido empleado de nadie, siempre me han gustado los negocios” comenta Juan quien vio una gran oportunidad en distribuir queso en grandes cantidades para que otros vendan al detalle.
Sus clientes son fieles, por la responsabilidad y puntualidad con que atiende sus pedidos y por el buen trato y consideración que les brinda. Además él apoyó nuevos emprendimientos de varios de sus clientes.
Con relación a los préstamos y al manejo de sus finanzas le va muy bien, pues cubre todas sus necesidades y las de su familia y compró un par de casitas para alquilarlas y poner a producir el dinero que con sacrificio y trabajo gana.
Juan es también un preocupado por las necesidades de la comunidad. Hizo un pozo de agua para subsanar las carencias que pasaban “Lo hice yo solo y con mi dinero. Todos sacan agua de ahí, eso me llena de satisfacción al ver que ellos se sienten felices y agradecidos de tener agua constantemente y realizar sus actividades”.
Además de la distribución de quesos, tiene pensado invertir en otros negocios, como el de la construcción.
“La fortaleza que Dios me ha dado para cumplir bien con mi negocio y ser responsable, además del buen servicio al cliente, son las razones de que lograra mantenerme por tantos años”.