“Un verdadero equipo familiar dedicado al trabajo”
Juan Ramón Paulino, era agricultor, varios años después descubrió que había otra ocupación que le apasionaba, la ebanistería, tarea que realiza desde más de 30 años y que le ha permitido mantenerse al lado de lo más valioso que tiene, su familia.
Un día mandó a hacer un trabajo y lo quería para rápido, el ebanista le contestó que tenía que ayudarle. Ese fue el inicio de su aprendizaje. En 45 días, gracias a su destreza, trabajaba solo. En 1986 abrió su propio taller en San Francisco de Macorís, al que denominó: J y R. Desde el patio de su casa trabaja junto a dos de sus hijos, de un total de 5. Además cuenta con el cuidado y las atenciones de su esposa y el soporte con los números por parte de sus hijas, quienes asisten a la universidad.
Gracias a los microcréditos adquirió las herramientas y los equipos que necesita todo taller, para mejorar la eficiencia. “Todavía sigo con el mismo apetito de trabajar que cuando era joven”, resalta el hombre de 60 años con alegría.
Aunque solamente llegó al octavo grado, es bueno con los números, saca sus cuentas en papel, no desperdicia ni un centavo y sus ahorros le permiten laborar a toda capacidad.
En su taller, fabrica repisas, juegos de aposento, comedores, muebles para cocina, entre otros; que distribuye en distintas partes del país.
El proyecto ha ido creciendo, por lo que subcontrata mano de obra. “A veces la cosa se pone buena; cuando me empiezan a llegar muchos trabajos y no damos abasto nosotros, le pago a otras personas”, comenta Paulino, quien con esta acción impacta a otras familias económicamente.
“Si usted no cumple el trabajo se fue al suelo”, externó. Y agregó que como garantía, si el mueble adquiere carcoma antes de los tres años dándole uso un cliente, se lo arregla o se lo cambia.
Tratando de cuidar el medio ambiente, dona el aserrín de su negocio a los agricultores de la zona para ser usado como abono en sus conucos.
Ya tiene cuatro tareas de tierra, una planta eléctrica y varias máquinas para el corte y pulido de la madera. Su próxima meta es abrir un buen local, adquirir más maquinaria por la demanda de trabajos que tiene, dar empleo y enseñar el oficio a otros.