Doña Nery Pérez, chofer de carro público, que logró insertarse en un mundo de hombres, en el que se ha ganado el respeto y admiración de todos sus compañeros.
¨Vengo de muy abajo, me mantenía inicialmente haciendo y vendiendo empanadas. Con la liquidación de mi esposo decidimos comprar el primer carrito. Como él consiguió un trabajo, pero no ganaba mucho, y mi hija quería estudiar pero no teníamos con que pagar, me lancé y me puse a conchar¨, así relata Nery Fortunada Pérez Ruiz, sus inicios como empresaria. En su forma de expresarse se nota que es arriesgada, dispuesta, y decidida, pero sobre todo de trato afable con todo aquel que le rodea, cualidades que de seguro le hicieron ser valorada entre los demás choferes con quienes ha logrado trabajar durante 20 años.
¨Inicié conchando informalmente, pero me organicé y ahora soy propietaria de mi ruta¨, dice doña Nery al referirse a la formalidad que debe mantenerse en el negocio para respetar las normas y reglas que tienen en la asociación a la que pertenece.
Doña Nery, trabaja de manera interdiaria la ruta desde Cristo Rey al Morgan. Los carros cubren por colores la ruta, los amarillos salen un día y los verdes el otro. ¨Recorro mi ruta recogiendo los pasajeros desde muy temprano en la mañana, hasta la tardecita, mientras aun haya luz del sol¨, recalca Nery.
Afirma, con sus palabras que inició “con un carrito destartalado¨, pudo a través del microcrédito ir cambiando de vehículos, hasta llegar al que actualmente tiene y del que se preocupa constantemente por mantener en excelentes condiciones, tanto por dentro como por fuera, para así ofrecer confort a sus clientes.
En sus planes de hacer crecer el negocio tiene pensado adquirir otra ruta y otro vehículo para poner una persona a trabajar y así aumentar sus ingresos. ¨eso es lo que deseo si Dios me da vida y salud para lograrlo¨. ¨Ahora con la ayuda del microcrédito puedo crecer de una manera más segura y hacer planes, por lo que quizá a mediano o largo plazo pueda adquirir otras rutas, si Dios quiere¨.
¨La oportunidad de generar recursos con mi esfuerzo y tener algo propio me permitió apoyar a mi hija para que pudiera prepararse y tener una carrera universitaria. Hoy en día es una excelente contable. Además nos abrió el camino para conseguir nuestra casa, lo cual fue un gran respiro¨.