Pablo Guerrero
Pablo Guerrero; con su vivero vende entre 80 y 100 mil plántulas mensuales de alta calidad a productores agropecuarios, creando de forma indirecta entre 40 y 60 mil empleos.
“Si logramos dinamizar el campo, menos personas emigraran a las ciudades”, así piensa Pablo Antonio Guerrero Martínez, propietario de “Viveros Plants”. Pero para que un producto se cultive con gran calidad hacen falta manos expertas, amor y cuidado.
Eso es lo que ocurre en la comunidad El Bejucal, Bonao, donde casi todos los tipos de vegetales, chinola, lechosa, y otras plantas que siembra Don Pablo, sirven de insumo a productores que tienen sus fincas listas para cultivar. Actualmente vende de manera directa a unos 50 clientes a nivel nacional, y algunos de ellos revenden a otros productores.
Con esta microempresa, el hombre de 57 años ha logrado realizar un doble aporte al país, pues contribuye con la producción de alimentos para la población y motiva la creación de empleos, a través de la generación de insumos para fomentar la agricultura.
Como un fajador, humilde y gran colaborador, un técnico le sugirió que se dedicara a los viveros porque se le daban bien, y es cuando a través de una asociación de la cual forma parte, se instruyó sobre el manejo del abono para los invernaderos, el riego y la producción. En ese sentido, coopera constantemente con la naturaleza y el medioambiente, pues se mantiene investigando, cómo mejorar sus invernaderos.
Las recomendaciones del trabajo de Pablo, que tiene dos hijos, llegan boca a boca. Tiene tres empleados y se mantiene invirtiendo. “Y como para muchos de los que soñamos, el cielo es el límite, me gustaría poder expandirme a otros lugares. Esto gracias a las facilidades de los créditos”, agrega. “Sin el crédito este negocio no existiera”, dijo don Pablo, quien se inició en un terreno prestado, y de ahí compró el suyo y hoy produce más de un millón de plantas al año.
Lleva controles financieros manuales, pero sus planes a corto plazo son construir una oficina y equiparla con computadoras para que la contabilidad se pueda llevar más ordenadamente y facilite el crecimiento esperado.
Es un comunitario activo, pues pertenece a una asociación, y cuenta que siempre se le acercan personas de muy bajos recursos que desean sembrar pedacitos de tierra que tienen, y él les dona las plantas y les asesora en el tipo de plántula que deben llevar.
