Doña Regina Pérez: “Dios me dio el don de alfabetizar y es lo que hago”
“Amar al niño es educarlo”, ese es el slogan de la Casa Escuela Jesús de Nazaret de doña Regina Pérez y es la misión que tomó para su vida, a lo largo de 27 años, impactando a más de mil niños, muchos de los cuales ya son profesionales.
Los habitantes de Cancino Adentro, Santo Domingo Este, se sienten agradecidos de contar la labor realizada por Regina. Enseña el respeto y la decencia. Por eso muchos la admiran, considerándola “su abuela”.
Desde joven tuvo clara su vocación, siendo profesora en la Zona Oriental. Cuando tuvo que mudarse a Haina y sin empleo, abrió una sala de tareas en su casa ya que los vecinos, al notar que sus hijos, de 3 y 4 años sabían leer, le solicitaron apoyo con los suyos. Fue tan buena la acogida, que tuvo 200 niños y puso un colegio de tres tandas. De liceos y escuelas le hacen llegar niños con problemas de aprendizaje.
Ahora, de vuelta a la Zona Oriental, con sus hijos adultos y universitarios, sigue con el proyecto en su hogar “Casa Escuela” donde tiene la modalidad de internado y semi-internado. Ha recibido algunos hijos de madres solteras que tienen que trabajar en otros pueblos, los llevan los lunes y los recogen los viernes. Cuenta especialmente sobre dos de ellos, que llegaron de 4 años y de 3 meses, actualmente tienen 17 y 9 años; crecieron con ella como “abuela”, no desean separarse.
Esta buena mujer, de trato afable y una gran candidez, aparte de alfabetizar, alimentar y criar a sus estudiantes, les educa en valores y les instruye en los caminos de la cristiandad. Sus cursos llegan hasta 7mo grado e incluye clases de cívica, educación sexual, pintura e inglés.
“Cuando yo puse esta escuela por aquí había muchos niños con déficit de educación y poca atención, y lo que hacían era dar carreras hasta las 11:00 de la noche, y yo recogí a todos para trabajar con ellos y cobraba lo que los padres me dieran”, externó la maestra.
Sabiendo que era necesario ampliar, acondicionar y tener un mejor local para los niños, se inició en el microcrédito y todo cambió. Mantiene planes de seguir en su labor y para ello anhela restaurar la escuela y agrandarla, tomando toda la primera planta de su vivienda.