Con solo 24 años de edad y habiendo concluido su bachillerato, Yony Reyes, oriundo de la Provincia Monseñor Noel, Bonao, es un tremendo agricultor y excelente maestro constructor, áreas entre las cuales distribuye su pasión y tiempo.
El amor por la agricultura lo heredó de su padre, a quien solía acompañar a los sembradíos de la familia. Al cumplir los 20, hace 4 años, decidió tomar las riendas de un terreno de 1.9 hectáreas propiedad de su abuela, poco después con los beneficios obtenidos y el microcrédito, compró dos terrenos de 0.75 y 0.50 hectáreas, respectivamente, en los que está aprovechando al máximo las condiciones del suelo para sembrar, plátanos, maíz, yautía y yuca. En uno de los terrenos ha incluido el cacao, junto con los otros cultivos, lo que le permite ser sostenible y disminuir costos, mejorando así la productividad.
Su tierra está en una parte alta de la loma de Blanco, y da gusto ver el entusiasmo con el que sube a vigilar sus frutos, a cortar sus racimos de plátanos y luego con qué orgullo desciende con ellos.
Sus frutos los vende a mercaderes, consumidores y compradores que los van a revender en la ciudad. Hay un local en el pueblo al que le surte directamente.
Como es un joven inquieto y con muchos deseos de progresar, otro oficio que le llamó la atención desde pequeño y que ha podido conjugar con la agricultura es el de maestro constructor. Cuando no está en la finca, se encuentra edificando alguna vivienda o local comercial para clientes de su barrio y zonas aledañas.
Para Yony, la clave del éxito está en amar lo que se hace y en ser constante en el trabajo. Fruto de su empeño ha logrado comprar los terrenos para sembrar, construir su casa para vivir, además de la satisfacción que siente al ser el principal proveedor de la manutención de su esposa y sus dos hijos.
Yony Reyes se encuentra en ese grupo de personas que apuestan al campo y forman parte de las piezas que mueven el motor de la economía y del desarrollo de la República Dominicana. No abandonó el campo para irse a la ciudad, sino que decidió sembrar la tierra y cuidarla, manteniendo también su actividad de constructor en la zona urbana.