Perder su empleo fue una tragedia para Rafael, quien no sabía cómo iba a suplir las necesidades de techo, alimentos y educación a sus hijos.
Vendía productos químicos a agricultores de vegetales orientales y sus exjefes le sugirieron que comercializara las cosechas. A partir de ahí, Rafael obtuvo un microcrédito que le impulsó los primeros pasos de compra y venta de vegetales.
Así surgió Frank Javilla Export, una microempresa agropecuaria, bajo la cual vende y exporta: berenjenas, vainitas, ajíes, entre otros, local e internacionalmente como Miami y Canadá. “Este es un sector que ha crecido mucho en el país y nosotros con él” y comentó que no es un profesional pero sí conoce y sabe de lo que hace.
Cree y valora mucho la capacitación para el negocio, pues esto le permite cumplir con las normas de exportación y comercialización local, buenas prácticas agrícolas, tecnologías sustentables, manejo post-cosecha y manejo integrado de plagas, para seguir vendiendo y conquistar otros mercados.
Por lo tanto aprovecha este beneficio de la cooperativa a la que pertenece y envía a su personal a capacitarse. Entre sus empleados directos cuenta con su hermano y dos primos, pero también subcontrata cuando es necesario.
Tiene unas cuantas tareas en las que siembra vegetales orientales y ha implementado conocimientos adquiridos en las capacitaciones, colocó los goteros, equipos que son mangueras para llevar agua a las cosechas.
Sus clientes son las compañías que compran o solicitan las exportaciones y distribuyen a emigrantes asiáticos. Le gusta conocer las necesidades del mercado para tener lo que el cliente busca y darle buena atención.
Adquirió un camión y una camioneta para distribución y abaratar los costos. Además construyó un área más grande para empacar los vegetales. Cuenta que en sus planes está construir la estructura física de la exportadora.
La bendición que ha recibido la comparte con la gente de su comunidad, pues de diversas maneras siempre realiza algún aporte, sobre todo a través de la iglesia quienes inclusive le entregaron un reconocimiento.
En sus ojos se ve un brillo y en su rostro la felicidad que produce la tranquilidad, cuando cuenta que “el crédito ha sido la clave de este negocio. Sin la oportunidad que me dieron de facilitarme el dinero no podría haber hecho lo que hecho, ni llegar a donde estoy hoy con una compañía constituida y que exporta. Esto es más que un sueño”.