Su casa se ubica en Valle de Las Américas, en las inmediaciones de la Autopista Las Américas, en el Gran Santo Domingo. Llegamos temprano, a las 8:15 de la mañana, porque a las 11:00 am Marilú tendría que estar lista para asistir a su graduación de un curso técnico, una de sus actividades de formación continua de las que es asidua. Con Marilú Vásquez se cumple aquello de que existen personas de tal optimismo y fuerza de voluntad que son sencillamente indetenibles.
La encontramos activa y dispuesta a mostrarnos el negocio que emprendió hace unos 12 años cuando inició su historial crediticio haciendo uso del microcrédito.
“Comencé con una paletera de dulces y galletas, pero con el paso de los años, fui agregando productos como peinillas, cintas para el pelo, vaselina, ganchitos, corta uñas, etc., que tienen mucha demanda en el barrio. Durante la pandemia sumamos los botellones de agua, las mascarillas, baterías para linternas, controles remotos y los juguetes. Ahora es paletera y fantasía, por eso me gustaría nombrar mi negocito: “Paletesía” afirma Marilú desde su silla de ruedas.
Recién nacida sufrió una parálisis cerebral que le provocó discapacidad motora, razón por la que no puede caminar y habla con cierta dificultad. Marilú tiene 51 años, está casada con Fernando Castro García y es licenciada en psicología. La casa es propia y vive allí junto a su madre y su esposo, quien también tiene discapacidad motora por poliomielitis; él repara electrodomésticos. En su comunidad, ambos son un ejemplo de superación y resiliencia.
En el año 2013, aproximadamente el año en que Marilú comenzó su puesto de venta de golosinas, la encuesta ENHOGAR 2013, concluía: “…cerca del 20% (19.6%) del millón de personas que vive con algún tipo de discapacidad (físicomotora, visual, intelectual, auditiva o del habla), en la República Dominicana trabaja por cuenta propia”.
“La inclusión financiera, por medio del microcrédito para suplir el negocio es lo que me ha permitido diversificar la oferta y facilitarme muchas cosas en la casa para tener mejor calidad de vida y costearme mi carrera de psicología”.
¡Ven y encontrarás de todo y más! Ese es el slogan de Marilú, como si en esa frase condensara su sueño de comprar un local y llegar a tener un negocio más grande, tan grande como su anhelo de ser y vivir por encima de lo que para muchos podrían ser obstáculos.